Y me bastó tan poco para quererte tanto.
Y sucedió que poco a poco me fui entregando.
Cómo saber? Cómo entender?
Lo que sentí cuando te vi.
Pero bastó un segundo, para entrar en tu mundo...
Sin quererte amar, me perdí, y hasta hoy no he podido escapar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario