Por su lado, él estaba seguro que no sería un adiós sino un hasta luego; uno de esos que ya se habían vuelto cotidianos a lo largo de su relación; mientras que ella; ella sabía que esta vez sería un hasta nunca.
Se miraron durante unos segundos, ninguno emitió palabra.
-Suerte- murmuró, mientras un dolor intenso recorría lo mas profundo de su ser.
-La tendré- repuso él, y luego de agradecer se mantuvo pensativo.
Está fue quizás, la despedida mas dura a la que ella debió enfrentarse; Aunque bien sabía que era lo mejor.
Por unos segundos, canalizó su tristeza y focalizó:
-Este adiós no maquilla un hasta luego- se repitió una y otra vez para si misma, y de esta forma emprendió la retirada.
Por unos segundos, canalizó su tristeza y focalizó:
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