jueves, 19 de mayo de 2011

Pasan las tardes sin mirar, sin ver. Nos aguantamos el cariño por no portarnos como niños. Mejor sentarme al borde de tu piel, que echarle sal a las heridas de quien más amo en esta vida.
La calma está por llegar,
en cuanto aclare la tormenta nos vamos a encontrar.

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