martes, 16 de febrero de 2010

El hombre es un animal de costumbre, dicen, nos gusta la costumbre. Cualquier cosa que nos saque de eso, nos desconcierta. Todo es cuestión de costumbre, nos acostumbramos incluso hasta lo que nos hace mal, mejor malo conocido que bueno por conocer ¿no? Lo nuevo, de lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. ¿Para que vamos a cambiar si así estamos bien? ¿Como haces de un día para el otro para vivir sin eso que era la razón de tu vida? Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambio, que nada es como era. Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa perder eso es como quedarte sin aire...
Hay flores más fáciles y otras más difíciles, pero todas en algún momento se abren y sueltan su esencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario